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Lic. CC Económicas y EE. por la USC, Post Grado Banca Comercial "Cum Laude" UB y Especialista en Dirección Financiera por la UOC.

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miércoles, 28 de diciembre de 2016

Primeros ensayos de comunicación por radio en la aviación española


Primeros ensayos de comunicación por radio en la aviación española

Autor: Tomás Manuel Abeigón Vidal (EA1CIU)
Antecedentes mundiales

Después de varias experiencias sobre tierra parece que fueron el canadiense James McCurdy y  Fredrick Baldwin, ambos pilotos de Glenn Curtiss, los primeros que resolvieron en 1910 las dificultades de colocación y sustentación de la antena, así como la ligereza de la estación radiotelegráfica a bordo de un aeroplano. Tras instalar el aparato de telegrafía sin hilos en un biplano Curtiss por el ingeniero Norton, y desde el aeroplano, el 27 de agosto de 1910, cuando se hallaba a 75 metros de altura, McCurdy y Baldwin enviaron a una distancia de 5 km un despacho de 26 palabras, que se recibió perfectamente en tierra, donde en Sheepshead Bay, New York, estaba instalado el receptor.


El 27 de agosto de 1910 James McCurdy y Fredrick Baldwin enviaron
el primer despacho aire tierra en Sheepshead Bay (New York)



A fines de octubre de 1910 Robert Loraine hizo en Londres interesantes experiencias entre una estación de T.S.H. terrestre y un aeroplano. Estas no fueron tan satisfactorias como las de  McCurdy y Baldwin; no obstante, el peso de los aparatos se redujo en el transmisor a 6 kg, siendo el receptor un sencillo detector electromagnético Marconi.

Con resultados satisfactorios, se verificaron experiencias de la telegrafía sin hilos en los aeroplanos en el aeródromo de Buc (Paris) bajo la dirección del Conde de Baume Plisvinel, en la primera semana de febrero de 1911. Un aeroplano provisto de la instalación necesaria, y en el que iba de pasajero el mencionado conde, desde una altura de 300 m. y una distancia de 12 km comunicó con facilidad entre Trappes y Rambouillet. empleando una bobina de 12 cm. de chispa y con una antena compuesta de dos alambres de cobre de 0,04 mm. y de unos 50 m. de longitud, que, cuando funcionaba por efecto del viento, tomaba la posición horizontal. El otro polo del oscilador estaba en comunicación con la masa metálica del aeroplano que substituía a la capacidad tierra o contrapeso.


Maurice Farman efectúa experiencias de telegrafía sin hilos a bordo de
uno de sus aparatos en el aeródromo de Buc (Paris) en febrero de 1911



Unos días después se procedía a montar una instalación en forma que el aviador pudiese, no sólo expedir despachos, sino también recibirlos.

Pero dado que los aparatos no poseían más que magnetos a alta tensión como productores de energía eléctrica, no era posible comunicar más allá de 50 km debido a la escasa potencia del generador.

Otro de los primeros ensayos de comunicación aire-tierra por radiotelegrafía del mundo se realizó en septiembre de 1911 en Brooklands (Inglaterra). E.V.B. Fisher pilotó un monoplano experimental  biplaza Flanders F.3 a bordo del cual iba un operador situado en el asiento delantero con un transmisor de chispa Marconi alimentado con una batería de 6 voltios. Brooklands fue la cuna de la aviación británica, donde se consiguieron muchos avances tecnológicos y de ingeniería a lo largo de varias décadas del siglo XX, convirtiéndose en uno de los primeros aeródromos de Gran Bretaña. Atrajo a muchos pioneros de la aviación antes de la I Guerra Mundial y ocupó un lugar destacado en el diseño y fabricación de aeronaves.



Flanders F.3 (1911)


- Septiembre de 1911 -
Ensayos de comunicación por radio aire-tierra realizado
en Brooklands (Inglaterra)  en  un monoplano biplaza Flanders F.3
pilotado por E. V. B. Fisher,  utilizando un transmisor radiotelegráfico
 portable de chispa Marconi alimentado con una batería de 6 voltios.

 

Transmisor radiotelegráfico de chispa para avión Marconi
Potencia: 40 W
(1912)




En 1912, la Royal Flying Corps. (Fuerza Aérea Británica), comenzó a experimentar con telegrafía sin hilos en los aeroplanos. El teniente B.T. James fue uno de los pioneros en el uso de la radio en los aviones. En la primavera de 1913 comenzó sus pruebas en un B.E.2a. llegando a un alto grado de eficiencia en sus experimentos antes de fallecer al ser derribado por fuego antiaéreo el 13 de julio 1915 cuando participaba en una acción bélica.
En 1912 en Estados Unidos se utilizó también la radio en aviones tipo Wright para comunicación aire-tierra con objeto de efectuar las correcciones de tiro artillero.

En abril de 1915 el capitán J M Funival de la R.F.C. fue la primera persona en escuchar la señal de radiotelefonía transmitida desde tierra cuando el mayor Prince le dijo: "Si me puede ud. escuchar ahora, será el primer comunicado de voz en la historia que se ha enviado a un avión en vuelo." En junio de 1915, la primera transmisión de voz aire-tierra del mundo se llevó a cabo en Brooklands (Inglaterra) durante aproximadamente 20 millas. La transmisión tierra-aire fue inicialmente por morse pero se cree que las comunicaciones bilaterales de voz se alcanzaron en julio de 1915. A principios de 1916, la Compañía Marconi comenzó, en Inglaterra, la producción de radiotransmisores/receptores de aire-tierra que se utilizaron en la I Guerra Mundial en Francia.
Por otro lado, en Estados Unidos de América, AT & T inventó en 1917 el primer transmisor de radio estadounidense aire-tierra. Los expertos evaluaron este dispositivo en el campo de Langley (Virginia) en julio de ese año y consideraron que era una tecnología viable.


Primeros ensayos de comunicación por radio en la aviación española

En marzo de 1911 se creó el Laboratorio Aerodinámico de Cuatro Vientos con la intención de estudiar los diferentes tipos de aeroplanos existentes e integrarlos en las necesidades militares del país. Todos esos estudios desembocaron en la creación, a principios de 1913, del Servicio de Aeronáutica Militar a cargo de la Sección de Ingenieros del Ejército, con dos ramas bien definidas: la Aerostación, encargada de las plataformas más ligeras que el aire (globos, dirigibles y cometas), y la Aviación, con los medios de locomoción aérea basados en aparatos más pesados que el aire. En 1913 la aviación militar española participó por primera vez en la Guerra de África.
En 1914 Joaquín Pérez-Seoane Escario, ingeniero del ejército, obtuvo el título de observador de aeroplano.



Joaquín Pérez-Seoane Escario


La rama naval de aviación se creaba, en 1917, dentro del Servicio Militar Naval que pasó a depender del Ministerio de Marina.
En 1918 en la Base militar aeronaval de Los Alcázares (Murcia), dentro de la Escuela de Observadores y Bom­barderos de la clase de tropa que recibió el nombre de Escuela de Tiro y Bombardeo, se iniciaron los primeros ensayos de radio enlazando un avión con tierra, siendo su primer técnico e impulsor el Capitán Joaquín Pérez-Seoane Escario. Sobre un avión Farman bimotor de 100 HP de potencia, con capacidad para seis tripulantes, y utilizando un aparato de radio Marconi modelo A.D.1, en telegrafía, Pérez-Seoane realizó las primeras prácticas en el aire.


Aeroplano Farman bimotor F.50. Modelo sobre el que Joaquín
 Pérez-Seoane montó un transmisor Marconi AD1 en 1918
realizando prácticas en el aire de radiotelegrafía.


Marconi AD1


Kit Marconi AD1
Radiotransmisor telefónico y telegráfico para
aviación. En la fotografía se aprecia el kit completo con  el
generador de aspas para producir la energía de alimentación.

El 20 de octubre de 1919, se llevaron a cabo en el aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid) las primeras pruebas de radiotelefonía en la aviación militar española, instalándose una estación de radiotelefonía, sistema Marconi, en un aeroplano del tipo Barrón W, siendo este pilotado por el teniente Francisco Bustamante de la Rocha, quien, después de elevarse y comprobar el buen estado de la instalación, tomó rumbo a Guadalajara, manteniendo constante comunicación con tierra durante el trayecto. El montaje de los aparatos, último modelo de los diseñados por la Compañía Marconi de Londres, la dirigió el ingeniero de la Compañía Nacional de Telegrafía sin Hilos, Manuel Escolano Llorca. Por el Centro electrotécnico y de comunicaciones acudió el capitán Ramiro Rodríguez-Borlado Martínez quien había recibido encargo de emitir informe sobre los resultados. Rodríguez-Borlado trabajaba entonces en la construcción de los primeros receptores de válvulas termoiónicas del ejército. Poco tiempo después se comenzaba, en los Talleres Telmar de Madrid,  la fabricación de este tipo de estaciones de radiotelefonía, así como otros para barcos y otros para diferentes usos militares.



Biplano español Barrón W
En él se efectuaron los primeras
pruebas de radiotelefonía aérea en Cuatro Vientos el 20 de octubre
de 1919.


Teniente
Francisco Bustamante de la Rocha

Pruebas de radiotelefonía  aérea, sistema Marconi.
 Cuatro Vientos,  20 de octubre de 1919

En noviembre de 1920, Pérez-Seoane fue designado  para seguir un curso de Radiotelegrafía en la Escuela Superior de Electricidad de París durante seis meses al que asistieron 52 alumnos, 45 militares de diferentes países y 7 civiles. Uno de los directores de dicho curso fue el famoso General Ferrié.

Entre 1920 y 1921, haciendo uso de nuevo material adquirido por la aviación militar española, Joaquín Pérez-Seoane Escario reanudó sus ensayos de radio en los aviones que había iniciado en 1918, empleando esta vez, aparatos de radiotelefonía Marconi modelo A.D.2, cuya potencia era de 100 W y se habían fabricado en España por los Talleres electromecánicos Telmar. Esta vez las pruebas fueron sobre un avión Breguet XIV con motor Fiat. En poco tiempo, Joaquín Pérez-Seoane logró que la radio fuera dotación obligatoria en, al menos, uno de los aviones de cada escuadrilla que fue destinada a la Guerra del Rif en África.

Aeroplano Breguet XIV. 1921
Modelo sobre el que Joaquín Pérez-Seoane montó un transmisor
 Marconi AD2  (entre 1920 y 1921)

Transmisor Marconi AD2

El número de estaciones de telegrafía sin hilos para aeroplanos que fueron fabricadas en los Talleres Telmar, bajo patente Marconi, fue de unas 50, y en 1926 habían iniciado también la construcción en serie del modelo A.D.6., el mismo que llevó a bordo el hidroavión "Plus Ultra" en su famoso vuelo a través del Océano Atlántico. Cuando se preparaba el Dornier Wal "Plus Ultra" para el vuelo a la Argentina, el comandante Pérez Seoane fue a Melilla con su compañero Manuel Escolano Llorca, con el fin de instalar en el histórico hidroavión los aparatos de radio que tan maravillosamente funcionaron durante la travesía.




Hidroavión "Plus Ultra" (1926) antes de ser lanzado al mar

Capitán Escolano, Comandante Franco, Comandante Pérez.Seoane, Teniente
Ruiz de Alda, y Capitán Cañete, en los preparativos del raid Palos-Buenos Aires



Transmisor y receptor Marconi AD6 de 150 vatios instalada en el "Plus Ultra"

Conjunto del equipo AD6

El "Plus Ultra" con el mástil telescópico de la antena del transmisor
de socorro izado


Joaquín Pérez-Seoane fue nombrado jefe del Servicio de radio de la aviación militar española y también ostentó el cargo de vicepresidente de la Unión de radioyentes pocos años después, escribiendo multitud de artículos técnicos sobre la radio en la revista Ondas, órgano portavoz de la cadena Unión Radio y de la asociación Unión de Radioyentes.



Revista "Radioaficionados"
marzo 2017

martes, 13 de diciembre de 2016

Gonzalo Brañas Fernández, EA1BY (1866-1948), ilustre radioaficionado gallego, inventor del Cimaciógrafo  


Gonzalo Brañas Fernández, EA1BY (1866-1948)
Ilustre radioaficionado gallego, inventor del Cimaciógrafo



 

Gonzalo Brañas Fernández
Fotografía
Real Academia Gallega




Gonzalo Brañas Fernández nació en A Coruña el 17 de diciembre de 1866. Hijo de Gonzalo Brañas Sánchez-Boado, farmacéutico y periodista, fundador y director durante muchos años del diario local coruñés El Anunciador; y Consuelo Fernández Miranda, natural de Betanzos.

Un científico lleno de humanidad y ganas de trabajar

Estudió el bachillerato en su ciudad natal. Años después, obtuvo la Cátedra de Dibujo del Instituto de A Coruña, puesto que desempeñó por varios años, dirigiendo también una Academia privada de enseñanza, al mismo tiempo que ejercía de delineante en el Ayuntamiento de A Coruña.

Brañas cursó, por enseñanza libre, la carrera de Ciencias obteniendo la licenciatura en 1895 en Madrid. En 1897 fue nombrado profesor auxiliar supernumerario del Instituto de A Coruña.

En 1899 fundó y dirigió en la Ciudad Herculina el primer gabinete radiológico de la capital, desde donde prestó grandes servicios a la beneficencia municipal y a la justicia, contribuyendo a la curación de muchas personas y practicando reconocimientos periciales.


Sus inicios en el estudio de las ondas hertzianas (1903)

Después de brillantes oposiciones, en marzo de 1903, obtuvo la Cátedra de Física y Química del Instituto de segunda enseñanza de Oviedo, presentando ante el tribunal examinador un trabajo experimental sobre la telegrafía sin hilos que acompañó de aparatos construidos por el mismo.

Brañas fue también profesor auxiliar, por oposición, de la Facultad de Ciencias de Oviedo.

El 23 de marzo de 1903 tuvo lugar la primera sesión de la recién creada Sociedad Española de Física y Química, siendo esta presidida por el ilustre José Echegaray Eizaguirre, en la cual, Gonzalo Brañas Fernández, ya como Catedrático de Física del Instituto de Oviedo, leyó una nota sobre la identidad de las radiaciones hertzianas, térmicas y luminosas. Brañas había realizado diversas experiencias tras las cuales demostró que las ondas hertzianas tenían un poder de extinción de la fosforescencia, aunque mucho más débil que el de las ondas foto-térmicas.

Poco tiempo después, el 17 de junio de 1903 fallecía su padre, decano de los periodistas de A Coruña, después de una larga y penosa enfermedad.


El Magnetógrafo Mecánico Brañas (1910)

En agosto de 1910 Gonzalo Brañas fue pensionado por la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigación Científica con objeto de desarrollar un proyecto de Magnetógrafo Mecánico en el Instituto Torres Quevedo de Madrid, Centro del que fue posteriormente Jefe Técnico. Se creía entonces que la actividad solar tenía una cierta influencia en las variaciones del magnetismo terrestre y de la electricidad atmosférica, siendo motivo, ambas, de algunas influencias en la meteorología. Las variaciones del campo magnético terrestre venían siendo registradas hasta entonces por medio de sistemas fotográficos bastante costosos. Brañas solicitara a la Junta una pensión para trasladarse a Madrid y desarrollar en el Laboratorio de Automática su modelo de Magnetógrafo Mecánico, del que era inventor, habiendo construido dos prototipos del mismo en Oviedo. Este aparato evitaba los inconvenientes que existían en los registros fotográficos, fundamentalmente apoyándose en la posibilidad de registrar mecánicamente las fluctuaciones del magnetismo terrestre de una manera más económica, cómoda y de igual exactitud y fiabilidad que los sistemas tradicionales que hasta entonces se venían empleando.


Magnetógrafo Mecánico Brañas


El Microrradiógrafo (1914)

En febrero de 1914, Gonzalo Brañas comenzó a trabajar en un invento consistente en un receptor radiotelegráfico que permitía recibir las señales hertzianas emitidas a miles de kilómetros de distancia. Un mes después, en la estación receptora que Brañas tenía instalada en A Coruña, cuya antena se soportaba en un vástago metálico instalado sobre la torre central del Ayuntamiento, a través de un aparato auditivo telefónico (auricular) se escucharon, en el transcurso de una visita de un periodista que lo presenció, las señales radiotelegráficas emitidas por la Torre Eiffel a 1.000 km de distancia, las provenientes de la Estación Militar de Carabanchel comunicando un despacho cifrado, tal vez dirigido a África, las de la estación de Cornwall (Inglaterra) emitiendo el mensaje "hoy esperábamos Vapor Willesden", y las originadas desde una estación alemana cercana a la localidad de Wilhemshaven a las puertas de Hamburgo, a miles de kilómetros de A Coruña. El 18 de marzo de 1914, Brañas salía para Madrid donde continuaría sus trabajos en el Laboratorio de automática, ubicado en el Palacio del Hipódromo, que dirigía Leonardo Torres Quevedo.



En 1914 la Torre Eiffel comenzó a transmitir por TSH la hora internacional

 
Allí instaló una estación radiotelegráfica que describió con el nombre de Microrradiógrafo, siendo la primera disposición de un sistema a través del cual recibiría el 30 de abril y el 2 de mayo de 1914 las señales de la Torre Eiffel por medio de un nuevo relais (relé) telefónico. Los receptores utilizados eran de mediana sensibilidad y la antena de 30 metros de elevación, cuya potencia receptora era 20 veces menor que las de la mayoría de las estaciones radiotelegráficas continentales. Comentaba  Brañas que "[...] Por otra parte, haciendo aplicación de las corrientes dadas por este nuevo micrófono a un teléfono ordinario, alcanzan en este tal intensidad las señales radiotelegráficas, que es posible interpretar al oído los radiogramas de París a más de 10 metros de distancia de los aparatos, haciendo esto innecesario el uso molesto del casco telefónico y permitiendo que muchas personas puedan, a la vez, traducir los despachos recibidos. [...]". En esos días Brañas consiguió registrar correctamente por primera vez en la cinta del aparato Morse las señales horarias del Observatorio de París transmitidas desde la Torre Eiffel y diversos radiogramas de noticias transmitidas por las estaciones radiotelegráficas de París, Poldhu y Norddeich a distancias de 1.100, 1.200 y 1.800 kilómetros aproximadamente, cuadruplicando así el alcance conseguido por Turpain.



Antena de la Torre Eiffel en 1914

El 25 de junio de 1914, la publicación Madrid Científico informaba que en la Estación radiotelegráfica militar de Carabanchel, Gonzalo Brañas Fernández iba a efectuar pruebas con su aparato receptor denominado Cimaciógrafo (evolución de su Microrradiógrafo) que hasta la fecha había conseguido cuadruplicar la mayor distancia conseguida en el mundo en el registro de señales  de telegrafía sin hilos.

En el Laboratorio de Automática de Madrid, Gonzalo Brañas había conseguido registrar correctamente con el Microrradiógrafo y una antena de 30 m. de altura, las señales horarias transmitidas por el Observatorio de París y algunas de Poldhu (Cornualles, Inglaterra, distante 1.200 km). Para el mes de agosto de 1914 se planificaron nuevas pruebas en la estación de Carabanchel con el objetivo de registrar los telegramas de estaciones alejadas más de 2.000 kilómetros. La distancia de 1.200 kilómetros que ya se había conseguido era cuatro veces mayor que la alcanzada hasta el momento en experimentos análogos. Con número 58.467, Brañas  obtuvo patente de invención sobre su "Registrador automático de radiogramas" con fecha de efecto de 16 junio 1914. Gonzalo Brañas llevó efectivamente su Microrradiógrafo a la Estación Militar de Carabanchel en el verano de 1914, donde, gracias a la mayor potencia receptora de la antena de esta estación, cuya torre medía 100 m. de altura, pudo registrar series completas de radiogramas de las estaciones inglesa y alemana, funcionando durante horas enteras con toda regularidad sus nuevos aparatos. El Microrradiógrafo se componía de dos partes: el amplificador y los relais.






De la repercusión internacional de este aparato es buena muestra una Nota de Brañas, La microradiographe, presentada por M. Appell el 6 de julio de 1914 en la sesión de  l'Académie des Sciences de París, recogida en los correspondientes Comptes rendus de la Institución.

En el verano de 1914, Gonzalo Brañas tenía instalado en su quinta de Almeiras (distante 7 kilómetros de La Coruña) uno de los receptores de su invención denominado Microrradiógrafo. En la revista Ibérica del 5 de septiembre de 1914 se incluyó la descripción de este aparato acompañando a la misma un esquema y fotografía que el propio Brañas había enviado a la publicación.


Microrradiógrafo Brañas (1914)

El 12 de julio de 1915 la Gaceta de Galicia informaba de que Gonzalo Brañas había sido autorizado a realizar experimentos y estudios en la Estación radiotelegráfica militar de A Coruña. Brañas deseaba hacer pruebas a mayor escala con el Cimaciógrafo, instalándolo en una estación dotada de una antena potente, para aquilatar el valor práctico del nuevo sistema, por lo que había solicitado y conseguido mediante la gestión del General Banús, que por Real orden del Ministerio de la Guerra se le autorizase para efectuarlo en dicha Estación, "situada [en el Campo de la Estrada] geográficamente en excelentes condiciones para la recepción de los radiogramas transmitidos por los buques desde alta mar y por las estaciones continentales americanas".



Torre de la antena y caseta en construcción de la Estación radiotelegráfica militar
del Campo de la Estrada (A Coruña)


En el Congreso Científico celebrado en Valladolid a finales de Octubre de 1915 por la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, se exhibió el nuevo receptor radiotelegráfico de Gonzalo Brañas para que los congresistas pudieran apreciar sus cualidades y ventajas en la práctica. Se instaló una antena formada por tres alambres de cobre tendidos entre la torre de la Catedral y la de la Universidad, mediante la cual Brañas realizó públicamente durante todos los días que duró el Congreso numerosas pruebas y experimentos. Se captaron las señales da la Torre Eiffel, Norddeich, Poldhu y Nauen distante de Valladolid 2.000 km, pudiendo ser recibidos e interpretados al oído dichos radiogramas a muchos metros de distancia del receptor por varios telegrafistas a la vez. Se recibieron, a diferentes horas del día, con gran intensidad los radiogramas de la Estación Militar de Carabanchel, así como también los de las demás estaciones de la red militar y de la civil españolas, y todo ello sin necesidad de utilizar auriculares. En cuanto al registro de las señales y radiogramas con el Morse, Brañas consiguió en Valladolid resultados altamente satisfactorios a pesar de lo tormentoso del tiempo y de la abundancia relativamente grande de atmosféricos. La intensidad de sonido obtenida fue mucho mayor que la alcanzada con un aparato Telefunken y las señales salieron en el Cimaciógrafo más limpias y mejor timbradas, conservándose bastante bien la característica musical de las transmisiones. Comentaba Brañas que "[...] Las recepciones más débiles son susceptibles de ser amplificadas y registradas con el cimaciógrafo si se regulan cuidadosamente los aparatos [...] ... [...] El nuevo relais teléfono permite, por su gran sensibilidad y pequeña constante de tiempo, registrar en el Morse las señales de cualquier intensidad y velocidad de transmisión (incluso las rápidas de 25 y más palabras por minuto) aun cuando estas sean muy débiles y poco reforzadas, siendo la seguridad y amplitud de su funcionamiento mucho mayores que la de todos los sistemas reveladores extrasensibles hasta el día ensayados [...]".

Radiograma de Paris transmitido por la FL, Estación de la
Torre Eiffel el 23 de octubre de 1915 y registrado en el
Cimaciógrafo de Brañas en el Congreso de Valladolid (1915)


Gonzalo Brañas  ante su Cimaciógrafo en el Congreso de
Valladolid (1915)

 
Brañas dedicó sus esfuerzos en diciembre de 1915 a obtener distancias superiores a los 3.000 km en la recepción de señales con el Cimaciógrafo. Tras el informe favorable del Centro Técnico de Aeronáutica,  en el mes de febrero de 1916, se esperaba poder realizar las pruebas con el Cimaciógrafo entre la Estación radiotelegráfica militar de A Coruña y algunas de los Estados Unidos, situadas a distancias de más de 5.000 km de la primera, para lo cual, el ministro de Fomento había dirigido una solicitud al de Estado, para que a su vez este la hiciese ante el Gobierno de los Estados Unidos, a fin de que las estaciones radiotelegráficas de este país enviasen periódicamente despachos a la estación de A Coruña, donde se harían los ensayos.

A finales de enero de 1916, Gonzalo Brañas impartió en el Instituto de A Coruña un curso gratuito de radiotelegrafía elemental dedicado especialmente a los alumnos de la Escuela de Náutica, abierto a aquellos aficionados que deseasen asistir.
Por Real Orden de 28 de julio de 1916, Gonzalo Brañasfue nombrado Catedrático Numerario de Física y Química del Instituto General y Técnico de A Coruña, donde continuaría con sus trabajos y ensayos para perfeccionar su Cimaciógrafo.


Instituto Da Guarda de A Coruña

Al IV Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, celebrado en Sevilla entre los días 6 y 11 de mayo de 1917, asistió Gonzalo Brañas Fernández, donde participó en la exposición de material científico exhibiendo el último modelo de su Cimaciógrafo y realizando experiencias de recepción con el mismo. En el transcurso del Congreso mostró las cintas morse obtenidas con su aparato radiotelegráfico en las cuales se impresionaron las señales recibidas de una estación a 2.000 km de distancia. La antena del Cimaciógrafo  que utilizó Brañas para sus experiencias fue instalada en La Giralda.
Con el título "Contribución al estudio de las antenas en espiral", los muy conocidos ingenieros industriales barceloneses y grandes radioaficionados, Guillermo Joaquín Guillen García y su hijo José María Guillen-García Gómez, presentaron en dicho Congreso una comunicación que fue reproducida en su integridad por la revista La Energía eléctrica en junio del mismo año.

El 30 de mayo de 1917, La Correspondencia de España publicaba un suelto en el que informaba que Gonzalo Brañas había sido autorizado a instalar una estación receptora radiotelegráfica en el Instituto General y Técnico de A Coruña en donde era titular de la Cátedra de Física y Química.

En A Coruña, Gonzalo Brañas impartió, según quedó recogido en El Ideal Gallego del 17 de mayo de 1921, una conferencia experimental a los alumnos de la Escuela de Náutica, en la cual  explicó el funcionamiento de su Cimaciógrafo.


Pensionado para ampliar estudios sobre la radio a Francia (1923)

Siguiendo la biografía escrita por Daniel Bescansa para la Real Academia Gallega, el 13 de diciembre de 1923, Gonzalo Brañas fue pensionado por el Gobierno Español para continuar sus estudios en La Sorbona de París sobre los recientes procedimientos selectivos y antiparasitarios de recepción radiotelegráfica, los cuales fueron la base de diversos trabajos realizados y publicados en varias revistas científicas. Según quedó recogido en la Memoria de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas[ correspondiente a los Cursos 1924-5 y 1925-6, a Gonzalo Brañas Fernández, catedrático del Instituto de segunda enseñanza de La Coruña, por Real orden de 10 de marzo de 1923 le fue concedida pensión para Francia por tres meses, de los que disfrutó un mes y diez días, con objeto de estudiar un "Novísimo procedimiento selectivo y antiparasitario de recepción telegráfica". Gonzalo Brañas "Partió para Francia el 30 de marzo y en París comenzó su labor visitando los más importantes Centros de telecomunicación y laboratorios de investigaciones radiotécnicas, para estudiar prácticamente el funcionamiento de aquellos dispositivos y juzgar de su eficacia en la selección y registro correcto de las señales.

A este objeto, puesto en relaciones por mediación del señor [Blas] Cabrera [y Felipe] con el profesor M. H. Abraham, autor de uno de ellos, muy notable, visitó su laboratorio de la Ecole Normale Supérieure (rue D'Ulm), y el Observatorio Astronómico, donde su sistema receptor presta cotidiano servicio en el registro y confrontación cronométrica de las señales horarias lanzadas por los principales Centros de emisión europeos y americanos.

Acompañado de los señores Jouaust y [René] Mesny, colaboradores del general Ferrié, visitó también los laboratorios de investigaciones del Etablissement Central de la Radiotelegraphie Militaire, sito en el Boulevard Latour-Maubourg, donde a la sazón se estaba estudiando por el general Ferrié y sus colaboradores la aplicación a la radiotelefonía de las ondas cortas, de uno a dos metros solamente.


René Mesny

En el Observatorio tuvo ocasión el señor Brañas de ver funcionar los aparatos de M. Abraham, manejados por los señores Colnel y Sibille, en la recepción selectiva en cuadro de cuatro metros y registro en banda de papel ahumado de las señales horarias emitidas por la estación americana de Arlington y su confrontación gráfica con las de los péndulos locales del Observatorio, pudiendo apreciar que, merced al sistema de recepción e inscripción adoptados, es posible hacer este cotejo de señales con error menor de una décima. De todo ello anotó datos interesantísimos. Gracias a las gestiones realizadas por nuestra Embajada en París, visitó el señor Brañas la estación militar de la Torre Eiffel y la civil de Villejuif, acompañado del inspector de Comunicaciones M. P. Lerecouvereux, estudiando en esta última, algunos aparatos radiogoniométricos de recepción selectiva.

Visitó, por último, el señor Brañas, autorizado por el director de la Compañía Radio France, M. Brenot, las estaciones de la Compañía, cuyo conjunto constituye el gran Centro Radioeléctrico de París y comprende el de emisión de St. Assise (que es el más potente del mundo y está emplazado a 4o kilómetros de París), el de recepción de Villecresnes, que pasee los aparatos de selección e inscripción más perfectos hasta el día inventados, y la gran Central de París. Acompañado por el Secretario de la Radio France y por un ingeniero de la Compañía, puestos amablemente a las órdenes del señor Brañas, hizo su primera visita al Centro receptor de Villecresnes, situado a 20 kilómetros de  París, el día 17 de abril, pudiendo ver funcionar en uno de los pabellones destinados a las comunicaciones transcontinentales, el grupo de aparatos empleados exclusivamente en la recepción, mediante un cuadro de cuatro metros solamente, de los radiogramas de Norteamérica .
Los inscriptos aquella tarde, a la vista del señor Brañas, procedían de la estación norteamericana de Long Island (WOK) y, a pesar de la enorme distancia, de ser un día tormentoso el de la visita y de la velocidad de la emisión, que excedía de cuarenta palabras por minuto, las inscripciones obtenidas en la cinta de controle eran, según observó el señor Brañas, correctas y limpias de parásitos. Después de haber recorrido el señor Brañas, recogiendo interesantes datos, todos los pabellones receptores de Villecresnes, entre los cuales hay dos destinados a las comunicaciones de América, uno a las del Extremo Oriente, dos a las europeas y uno a investigaciones y ensayos del personal técnico, regresó a París con sus acompañantes para ver la admirable Central que liga y dirige, mediante una red de líneas telegráficas y telefónicas auxiliares, todos los servicios de emisión y recepción de la Radio France, ocupando la totalidad de un edificio en la Rue Mont-Martre.

Realizada esta labor preliminar de visitas y recogida de datos, disponíase el señor Brañas a comenzar un estudio comparativo, detallado y metódico de todos los sistemas de recepción selectiva y antiparasitaria vistos por él, cuando una triste noticia familiar le obligó a salir precipitadamente de París, interrumpiendo su pensión y sus estudios en el punto en que la prosecución de éstos ofrecía indudablemente el mayor interés."
Según la información recogida en la Memoria aludida, Brañas debió regresar a A Coruña a mediados de mayo de 1923 y aunque no hemos podido determinar cuál fue "la triste noticia familiar" que le obligó a interrumpir su estancia en Francia, sabemos, por una noticia publicada en la prensa a finales de mayo de 1923, que sufrió por esas fechas un accidente en San Pedro de Nos (A Coruña), donde se construía un chalet de su propiedad. Al parecer, estaba observando las obras cuando le calló encima un cubo desde lo alto de un andamio, provocándole una brecha de 10 cm en la cabeza.

El primer número de la revista Inalámbrica (T.S.H.) aparece en diciembre de 1924, publicación que nace con una periodicidad mensual y pretende ser un instrumento de contenido técnico y divulgativo. La redacción y administración se localiza en la calle Cortes, 700, entlo. de Barcelona y su teléfono era 1475 S.P. Parece que la revista se vendía en el extranjero además de en España. El director de la misma era Rafael Marín, jefe del Observatorio de la Universidad de Barcelona. El comité de colaboradores de la publicación estaba formado, además de su director, por Hilario Alonso García, José Baltá Elias, Gonzalo Brañas Fernández, Enrique Calvet, Miguel Coma Arizmendi, Ramón Jardi Borrás, Francisco del Junco y Reyes, Manuel Mari Morante, Manuel Marín, Juan Martí Cabré, Julio Palacios Martínez, Isidro P. Munareu y Ricardo de Sanz y Figueras.

En este primer número de la revista, Manuel Mari escribe un artículo sobre las Galenas. En la contraportada aparece un anuncio publicitario de Radio Thurmon, aparatos y accesorios para radiotelefonía en el que informa de su próxima apertura en Cortes, 700 de Barcelona.



En agosto de 1925 fallecía su madre, Consuelo Fernández Miranda, en su domicilio de Almeiras.


La estación ISE y su indicativo personal oficial de Gonzalo Brañas, EA1BY (1935)

En 1933 las emisiones de aficionado desde la estación instalada en el Instituto Da Guarda se realizaban con el indicativo provisional I.S.E.. La actividad de esta estación se prolongó muchos meses, de lo cual quedó constancia en la revista Radio QRA, que en el número correspondiente al mes de abril de 1935 publica unas notas de escucha y QSO de la estación de Palma de Mallorca cuyo titular era Juan Catalá, EA6AI que reflejan el contacto bilateral realizado por él con la ISE. La anotación que figura a continuación del indicativo aclara que se trata de la «Estación experimental del laboratorio de Física del Instituto Nacional de La Coruña».







Colección Rafael Laca Arrillaga, TNX EA5BM

Colección Rafael Laca Arrillaga, TNX EA5BM



Gonzalo Brañas fue un gran publicista de la radio en A Coruña, sobre todo desde 1926. Fue profesor de otro gran radioaficionado, Agustín Folla Leis, EA1BU y EA1FF, quien reconocía muchos años después que debía a Brañas su iniciación en el mundo amateur. Agustín Folla fue el primer director del Instituto Laboral Francisco Aguiar de Betanzos, desde 1953 a 1957.



Agustín Folla Leis, EA1BU y EA1FF

Antes de diciembre de 1935, Gonzalo Brañas obtuvo su licencia de estación de quinta categoría (aficionado), asignándosele el indicativo EA1BY, con domicilio en "Villa Consuelo", Almeiras (A Coruña).


Colección Rafael Laca Arrillaga, TNX EA5BM

Colección Rafael Laca Arrillaga, TNX EA5BM


En febrero de 1936, la revista de la Unión de Radioemisores Españoles, publicaba una nota donde, entre otras estaciones del ámbito territorial de la Delegación de A Coruña, Gonzalo Brañas, EA1BY, estaba reformando y mejorando su estación para salir de nuevo al éter.

La revista Electrón de 1 de junio de 1936 reportó en su habitual sección "QSL" un QSO efectuado por la estación EDU-2 (Estación Oficial, en periodo de pruebas, de la Subsecretaría de Comunicaciones ubicada en la Central de Telégrafos de Guadalajara), con EA1BY en el mes de abril de ese año en una de las dos siguientes bandas, 21 o 40 m, reportándole una señal de 6-4-8 (potencia, comprensibilidad y tono). Las condiciones de trabajo de la estación EDU-2 eran un receptor RCA modelo ARC-136 súper 6 válvulas con antena doublet de treinta pies y un aparato de tres válvulas 1AF-1D-1BF (1 de Alta Frecuencia, 1 detectora y una  de Baja Frecuencia) basado en un circuito Schnell conectado a una antena unifilar de 30 m de longitud.




Se instalaron entonces otras dos estaciones EDU, la EDU-1 (Barcelona) y la EDU-3 (Sevilla).

Gonzalo Brañas se jubiló el 9 de octubre de 1939, fecha hasta la que ejerció como Catedrático de Física y Química del Instituto Da Guarda de A Coruña.

Fue miembro fundador de la Real Sociedad Española de Física y Química, así como de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias y miembro de la Sociedad Francesa de Física.  El 27 de julio de 1941 ingresó en la Real Academia Gallega.
Los trabajos científicos y méritos profesionales de Gonzalo Brañas Fernández suponen una extensa lista como para detallarla aquí, siendo lo recogido en estas páginas un pequeño resumen de lo más importante.

Gonzalo Brañas falleció en A Coruña el 2 de agosto de 1948, ocho meses antes de que la Radioafición fuese legalizada nuevamente en España tras un largo paréntesis de 13 años en el que permaneció prohibida.

La revista Radioaficionados de la Unión de Radioaficionados Españoles publicó en su número correspondiente al mes de julio de 2017 un artículo escrito por Tomás Manuel Abeigón Vidal, EA1CIU sobre la biografía de Gonzalo Brañas Fernández, EA1BY.